El también consultor de organizaciones internacionales realizó una amplia investigación sobre 83 programas de educación sexual en Estados Unidos y otros países, y comprobó que aun los mejor estructurados son insuficientes para reducir los embarazos no deseados y las infecciones, si no son acompañados de programas de salud sexual y reproductiva.
En su trabajo, Kirby identificó varias características de los planes exitosos, entre ellas que contienen mensajes claros sobre la conducta esperada de los adolescentes. Les dicen, por ejemplo, que la forma más segura de evitar embarazos e infecciones es no tener relaciones sexuales, pero si las tienen deben utilizar condón en cada uno de sus encuentros.
Los programas analizados no se limitan a transmitir información, sino que incorporan aspectos para analizar y mejorar las actitudes. También proporcionan herramientas para que los jóvenes puedan negarse a la actividad sexual si no la desean o para plantear a sus parejas el uso de preservativos.
Además de la explicación del profesor, las estrategias educativas en las naciones estudiadas incorporan actividades adicionales, en las que se requiere participación activa de los alumnos, como la identificación de farmacias y centros de salud, donde se ofrecen servicios en los que ellos puedan confiar.
Kirby está de visita en México, a invitación de la Red Democracia y Sexualidad (Demysex), con la finalidad de difundir los resultados de su investigación, con la que además la organización civil reitera su respaldo a las acciones que la Secretaría de Educación Pública ha impulsado para incluir los temas de educación sexual en las escuelas secundarias.
En conferencia de prensa, el investigador comentó que en su análisis incluyó la comparación de siete programas de abstinencia y 48 de educación sexual integral, en los cuales encontró que sólo uno de los primeros lograba que los jóvenes retrasaran el inicio de su vida sexual, mientras 15 planes integrales alcanzaron ese objetivo.
Respecto de la disminución de la frecuencia de las relaciones, dos programas de abstinencia lograron esa meta, contra seis de lo segundos. El análisis encontró que sólo un proyecto de abstinencia redujo el número de parejas, contra 10 de los otros proyectos.
El uso de condones no se incrementó con las estrategias de abstinencia, lo que sí consiguieron 15 programas integrales.
Respecto del inicio de las relaciones sexuales, Kirby subrayó que cuando los jóvenes cuentan con información clara, confiable y completa, de ninguna manera fomentan esa conducta, por lo cual recomendó el diseño de planes que hayan demostrado su efectividad y concentrarlos de manera especial en las zonas de más alto riesgo de infección por VIH/sida u otras enfermedades de transmisión sexual y mayor prevalencia de embarazos en adolescentes.
La nota es del periódico la jornada.
Los movimientos que promueven la abstinencia sexual en adolescentes, responden más a los intereses y preocupaciones de los adultos que de los propios jóvenes. Las razones que los impulsan son de tipo moral, religioso o político, pero no de salud. Sin contar con sustento científico sobre su efectividad, pretenden imponer programas de "educación sexual" basados en la consigna de "sólo abstinencia". tras años de pensar asi los embarazos entre jóvenes y las ETS no han disminuido ¿donde y como debemos actuar?
1 comentario:
yo estoy a favor de la abstinencia y tu que opinas????
Publicar un comentario