De acuerdo con el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) existe una profunda desigualdad en las condiciones con que operan los planteles escolares, por lo que “no es sorprendente que las limitaciones o las fortalezas combinadas del entorno familiar y de la escuela produzcan resultados claramente inferiores o superiores”.
En el estudio La calidad de la educación básica ayer, hoy y mañana, el INEE establece que los servicios educativos que atienden a alumnos en condiciones de marginación –primarias multigrado y telesecundarias– suelen tener claras deficiencias en comparación con las escuelas públicas de medios menos desfavorables y, sobre todo, respecto de las privadas que, en general, “cuentan con alumnos de medios privilegiados y también con más y mejores recursos”.
A escala nacional, de acuerdo con la Secretaría de Educación Pública (SEP), existen 43 mil 650 primarias multigrado, que representan cerca de 50 por ciento de los 98 mil 178 planteles de ese nivel. Y de las 31 mil 208 secundarias en el país, 16 mil 800 son telesecundarias; de éstas últimas, 4 mil 15 (23.9 por ciento) son multigrado, lo que significa que operan en las condiciones más precarias.
En este contexto, 88.8 por ciento de las primarias públicas rurales, 95 por ciento de las indígenas y 96.9 por ciento de los cursos comunitarios se ubican en un nivel “muy bajo” en el índice de espacios físicos de apoyo a la enseñanza, de acuerdo con el reporte del INEE. En contraste, sólo 13.5 por ciento de las privadas tiene esas desventajas.
En relación con el equipamiento –en una escala donde 6 es la máxima puntuación– las privadas alcanzan 5; las públicas urbanas, 3.4; las públicas rurales, 2, en tanto que las indígenas descienden a 1.4. Pero en el acervo bibliográfico, las que tienen mejores condiciones –en una escala donde 4 es la puntuación más alta– son las públicas urbanas, con 2.5; seguidas de las rurales, con 2.3, y de las indígenas, con 1.7, mientras que las particulares apenas llegan a uno.
Al respecto, el INEE señala que estos datos también reflejan el “escaso interés hacia los libros por parte de las escuelas privadas, las cuales, al parecer, prefieren invertir en la adquisición de computadoras u otros recursos tecnológicos”.
Por otra parte, el instituto apunta que 93.2 por ciento de los maestros de cursos comunitarios sólo tiene estudios de secundaria o bachillerato; en tanto, en las particulares, las públicas rurales y urbanas cerca de 90 por ciento de los docentes tiene estudios de normal básica o licenciatura, y alrededor de 10 por ciento cuenta con algún posgrado.
La desigualdad en la enseñanza secundaria es similar, donde el factor más importante, de acuerdo con el instituto, es el docente. Pese a que las telesecundarias representan cerca de 60 por ciento de los planteles de ese nivel, se caracterizan por contar con un solo maestro por grupo, en lugar de uno para cada materia, aunque hay planteles que cuentan con un solo profesor para los tres grados.
Escrito por Karina Aviles para La Jornada
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