La aplicación de la ley del ISSSTE “enfrenta muchas dificultades y lo debemos aceptar”, señaló ayer el líder de la burocracia del país, Joel Ayala, mientras que el dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE, Ricardo Pontigo, señaló que esta legislación se modificó “en forma apresurada”, que hay un cúmulo de quejas contra el Pensionissste, que el servicio “no ha cambiado por decreto” y las metas en materia de salud apenas se han cumplido al 30 por ciento.
En la conmemoración del Día de los Trabajadores del ISSSTE, los dirigentes tomaron la palabra para señalar la lista de “pendientes” que tiene el sector, mientras el director del Instituto, Miguel Ángel Yunes ( en la foto) , apuntó que ya se transfirieron 52 mil millones de pesos de los fondos de pensión de los trabajadores al Pensionissste, y dijo que a raíz de la expedición de la ley, “se abatió el rezago en materia de servicios de salud”, y hay más créditos de vivienda para los trabajadores, por lo que el año próximo se van a otorgar más de 100 mil préstamos de este tipo.
En el Teatro de la Ciudadela, donde se efectuó la celebración, el presidente de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), Joel Ayala, afirmó que hay problemas en la instrumentación de la nueva legislación, por la que se le está exigiendo al director del instituto, “que se dedique de tiempo completo para hacer cumplir todos los preceptos que contiene esta ley” y se preocupe de dotar a toda el área médica del instrumental que se requiere para mejorar el servicio.
Hizo ver que es necesario hacer un “corte” de lo que se ha logrado con la nueva Ley del ISSSTE, porque sí han habido una serie de dificultades en su instrumentación; sin embargo defendió el Pensionissste, y dijo que éste “le va a dar un ejemplo a la banca privada de como sí se pueden obtener módicas ganancias”. Sin embargo, al referirse al esquema para que los trabajadores elijan su régimen de pensiones, reconoció que “éste ha ido avanzando muy lentamente”.
Señaló además que el personal de la rama médica y paramédica tendrá un aumento de 4.8 por ciento directo al salario y de 1.9 en prestaciones, retroactivo a partir del primero de mayo y que no se permitirá de ninguna manera despidos de servidores públicos en ésta ni en ninguna de las ramas como consecuencia de la situación económica que vive el país. En este punto “sí hay blindaje y los burócratas tienen asegurado su empleo”, atajó el dirigente.
Por su parte, Ricardo Pontigo sostuvo que el cambio del ISSSTE no se puede dar por decreto ni porque se promocione en la televisión y la radio, ya que hay problemas estructurales pendientes. Puso como ejemplos muchas áreas de trabajadores todavía no tienen la jornada laboral de ocho horas; faltan 8 mil plazas de médicos, enfermeras, personal de mantenimiento, ambulancias y estancias infantiles; quedan pendientes por otorgarles su base más de mil trabajadores que están por honorarios; e incluso no les han entregado los uniformes del año pasado.
Yunes fue más optimista, apuntó que a un año y seis meses de la expedición de la nueva ley se han logrado metas como abatir el rezago en la programación de cirugías, las cuales ahora se agendan con no más de 21 días de plazo, así como de las consultas con médicos de especialidades, que tienen que realizarse en un lapso de 15 días “o el instituto se obliga a pagarlas si los derechohabientes lo hacen en servicios médicos privados”; además de que se mejoró el abasto de medicamentos de 92 a 99 por ciento.
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