Un maestro del que guardo un buen recuerdo, el profesor Joel Garay, hombre recio, inflexible pero paradojicamente muy humano, comentaba años ha, que una cosa que en las escuelas faltaba era precisamente la enseñanza de civismo y ética, pero no de la manera anquilosada y escolástica de antaño sino de una manera efectiva, vivencial, práctica, algo que le llegue, que lo mueva y de veras lo haga reflexionar, no un montón de conceptos aprendidos en un libro y recitados para el día del examen.
Aparentemente la SEP tiene esa misma idea en estos momentos, ya que para construir el “andamiaje” para la construcción de la reforma educativa que plantea el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, se incluye la formación en las aulas de una nueva generación de ciudadanos que no sólo piensen en la competitividad, pues “en la agenda educativa cruzan la gobernabilidad, la paz social y la fortaleza democrática” aseguró Josefina Vázquez Mota, titular de la Secretaría de Educación Pública.
Durante una exposición titulada Educación por la competitividad, Vázquez Mota anunció que a partir del próximo ciclo escolar se retomarán las materias de civismo y ética, pues “creemos que esta es una apuesta indispensable para la competitividad”.
Aseguró que no hay reforma más urgente que la educativa, porque en el país se formó una generación completa de mexicanos que “no aprendieron lo suficiente sobre ser un ciudadano, pues, al final de cuentas el habitante se ocupa de lo propio, mientras el ciudadano busca el bien de los demás”. Agregó que “es casi imposible la democracia en el país si no educamos demócratas”.
Dentro del planteamiento educativo, dijo Vázquez Mota, el gobierno incluirá en el próximo ciclo escolar, “educación financiera y económica” pues en las encuestas aplicadas a estudiantes de primaria, reconocen el valor del dinero, pero ignoran lo que implican los créditos y la inversión.
Manifestó que “las matemáticas no le alcanzan al país para generar prosperidad, tenemos que hacer y formar ciudadanos”.
Por ello, dijo, el país requiere transformar los modelos que hoy han generado profesionistas que no encuentran empleo en sus áreas de especialidad, “40 por ciento de los profesionistas en el país, se dedican a otras actividades”.
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