Con la asignación de puestos en el magisterio a través de un examen de oposición a nivel nacional, se acabará la venta de plazas, resaltó ayer en su discurso la presidenta del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo.
"Muy probablemente habrá gente que se oponga. Aquellos que estaban acostumbrados a vender plazas, claro que están inconformes, cómo no van a estar", dijo y subrayó que "con ese mecanismo se cortaron las manos a quienes vendían plazas, pero por la vía más honorable, para que a partir de ahora, el que tenga derecho la gane".
Dijo que en el magisterio ya estaban cansados de que los acusaran de esa práctica, aunque precisó que "la venta de plazas muchas veces se da desde las oficinas de la SEP".
Gordillo Morales resaltó que no fue la autoridad, sino el SNTE, quien propuso el Concurso Nacional Público de Oposición para asignar plazas de maestro, a fin de que quien desee incorporarse al magisterio haga "un examen para ver sus habilidades, sus aptitudes, sus conocimientos y, fundamentalmente, su vocación de maestro, su compromiso social".
"Fue el SNTE quien lo propuso y al presidente le pareció excelente y a la titular de la SEP también", manifestó la presidente del CEN del SNTE, quien tomó la palabra después de firmar la Alianza por la Calidad de la Educación, en Palacio de Gobierno.
Aseveró que el sistema para asignarlas será muy transparente. "Ahí está la Comisión de Transparencia que encabeza Federico Reyes Heroles, y ahí está un grupo de intelectuales y gente muy calificada que también revisará que no hay fraude", agregó.
Sostuvo además que, bajo ese mismo esquema, debe buscarse "cómo darle más a quienes todavía los tienen bajo contrato violando la Constitución", lo que consideró una "perversidad", aunque aclaró que no es de este gobierno ni del anterior, porque esa situación, a la que ahora se hace frente, se arrastra desde hace mucho.
En el plano estrictamente académico, se pronunció por pasar de la etapa de instrucción a la de educación "y hacer de la escuela el detonante social", que la escuela sacuda la conciencia y esté activa permanentemente, y consideró que el programa de "Escuelas siempre abiertas" es, en ese sentido, un paso modesto porque finalmente "se empieza por poquito".
Resaltó que violencia, intolerancia y pobreza se pueden combatir de mejor manera con educación, pero siempre en un marco de ética y de valores, que "se han diluido", y vinculado al aparato productivo, aunque también recalcó que se deben honrar los oficios "porque lo importante es ganarse el dinero honradamente", y anotó que eso es algo que se debe tomar en cuenta dentro de la Alianza por la Calidad de la Educación.
Enfatizó que la Alianza por la Calidad de la Educación es de buena fe, "no para un grupo político u otro, para el pueblo de México".
Manifestó que el gobierno, solo, no puede impulsar la educación, lo que sostiene porque es una verdad y así debe hablar porque "no somos gente tramposa ni mañosa, ni andamos jugando a las escondidas" porque se debe hablar con claridad y responsabilidad.
Esta nota fue publicada en el diario Correo
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