PRIMERA PARTE DE LA ENTREVISTA A ELBA ESTHER GORDILLO
Carlos Marín.- Usted es una gran promotora de la industria automotriz. Creo que nunca la distribuidora de Hummers donde las compró vendió tantas de un sólo trancazo, ¡59…!
Elba Esther Gordillo.- No, también soy buena para los negocios, porque comprándolas en cantidad se compran más baratas.
CM.-¿A poco pudo regatear ahí?
EEG.- Claro, en donde quiera hay que regatear, hay que ahorrar, no hay que ser dispendioso.
CM.- ¿En su epitafio cómo quisiera que se le recordara: sindicalista, reformadora, reformista, compradora de Hummers…?
EEG.- Como una mujer que yace congruente con sus ideas, con sus principios, con su sentir. Como Elba Esther que cumple.
CM.- Para mucha gente su nombre figura en la nómina de los malos de la película nacional, junto a Carlos y Raúl Salinas de Gortari, Carlos Romero Deschamps, Roberto Madrazo, René Bejarano, Carlos Ahumada, Marta Sahagún, los hermanos Bribiesca, Manlio Fabio Beltrones…
EEG.- No es fácil ver a una mujer en una posición de fuerza, en una defensa de lo que cree, en una situación de encarar de tú a tú con quien fuere las situaciones y defender particularmente sus convicciones. He lastimado intereses reales y no de fuerzas menores. Reformar no es fácil.
CM.- ¿Cree que es eso lo que provoca la animadversión que se le tiene?
EEG.- Yo creo que sí. También que sea mujer y no oculte que sí tengo fuerza, que sí tenga opinión.
CM.- Lo de las Hummer, ¿acepta que fue un exceso, un error? ¿De quién fue la iniciativa de comprarlas?
EEG.- Yo, yo soy la responsable. Yo soy. Yo soy la presidenta del Comité Nacional del sindicato.
CM.- Algo así dijo Díaz Ordaz después del 2 de octubre...
EEG.- Pero no es lo mismo: es una Hummer súper austera. Vale menos, menos que una Suburban.
CM.- Como que simboliza la ostentación, ¿o no?
EEG.- Más bien simboliza la moda. Todo mundo cree: “¡Una Hummer, ah!, pero no saben que hay de varias categorías. Pero además, si la quiere usted para una rifa tiene que ser algo que llame la atención, que atraiga, que guste. Los colores son naranjas, verdes, colores fuertes ¿Y por qué discutir lo de la Hummer y no analizar para qué la Hummer?
CM.-¿Para qué?
EEG.- Para hacer una rifa y adoptar diez escuelas, mínimo, por sección sindical.
CM.- Parece una salida que usted le dio a un regalo para los dirigentes seccionales.
EEG.- Si yo quisiera regalarles a los dirigentes sindicales, les tendría que regalar una corbata o un traje. Yo no soy nadie para regalar los recursos del sindicato. Tenemos que someterlo al consejo. En el consejo, a todos los dirigentes, cada cuatro años, se les da un vehículo, pero no para ellos, sino para el servicio de la organización sindical. Ahí está la factura, y se verá que los vehículos son patrimonio del SNTE, no de personas.
CM.- De su liderazgo.
EEG.- Yo no soy, como dicen, “líder moral”. No, yo soy líder legal.
CM.- Por ley natural y los deterioros políticos, usted dejará de ser la lideresa legal, formal o moral del SNTE. ¿Qué espera, qué le espera, qué hará? Lleva usted casi 20 años en la dirigencia, el poder es un afrodisiaco que se revitaliza, que se renueva todos los días, ¿no cree que ya debe decirle adiós a las aulas?
EEG.- ¿Y usted no se ha puesto a pensar que sufre más un rico porque anda cuidando no perder su dinero? Más o menos por ahí va. El poder es una carga terrible, es una responsabilidad endemoniada.
CM.- Eso me recuerda al cardenal Ernesto Corripio Ahumada, que me dijo una vez que sufrían más los millonetas que los jodidos, porque los jodidos no tienen qué cuidar.
EEG.- No no no. Eso ya es extremo. Yo lo que estoy diciendo es que el poder es como si uno dijera (y estira los dedos de la mano): “¡Ah!”, y todo se abre o se cierra. Pero no es cierto, es una conquista permanente. Es un justificar permanentemente. Es también sufrir, es también disfrutar, pero es una carga fenomenal. No creo en los apegos. Siempre he dicho que el desapego es fundamental, pero yo me quiero ir.
CM.-¿Qué diferencia existe entre la Alianza por la Calidad de la Educación, que suscribió con el gobierno de Felipe Calderón y los pactos, que también usted firmó con Carlos Salinas y Vicente Fox?
EEG.- Creo que ha sido un proceso para llegar a la alianza. Primero, en el gobierno del presidente Salinas, el federalismo: ellos quisieron descentralizar el sistema educativo. Con todo el respeto lo digo, quisieron pulverizarlo y nosotros defendimos un sistema nacional de educación y al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. En aquel entonces, ante los problemas estudiantiles, que vienen desde el 68, ante una serie de dificultades de orden salarial, demandas de mis compañeros y todo, se creyó que la manera de resolver los asuntos sería pulverizando al SNTE: que cada gobernador fuera el patrón, que no hubiera un Sistema Nacional de Educación y un poco copiar el sistema estadunidense. No lo permitimos. Además, se recordarán, las reformas a la Constitución en cuanto a cierta participación de la Iglesia. A las pruebas hay que ir, se puede revisar la Constitución. Lo laico de la educación se había perdido y de las negociaciones con ese gobierno recuperamos lo laico, siendo yo secretaria general. Segundo: aceptamos el federalismo sin perder la unidad nacional de la educación y del SNTE.
CM.- De la inconformidad con la alianza en Morelos, ¿qué hace usted para resolver el problema?
EEG.- En Morelos el asunto se empezó a manejar mal y lo digo claramente.
CM.-¿El manejo del gobierno del estado de Morelos?, o cuál.
EEG.- De la Secretaría de Educación Pública. Creo que hasta yo lo propicié con un discurso, contribuí con un discurso en que descontextualizaron una frase cuando hablé de “reciclar”, de transformar las normales. Yo digo que un maestro de inglés es un maestro de inglés, una persona que habla inglés no necesariamente sabe enseñar inglés. Hay algo mal en la planeación…
CM.- Pero en Morelos, ¿cuál fue el problema? Dice usted que de la SEP, pero abonado por usted con el desatino de las normales. Supongo que usted no quiere que se conviertan en talleres de bicicletas.
EEG.- No, de ninguna manera, sino que sean opciones de desempeño pleno, de desarrollo pleno de las personas y no instituciones que vayan acumulando desempleados. Que preparen maestros en inglés, en Ciencias, en Matemáticas y, por qué no, también para técnicos en turismo súper especializado. Pero hubo un compromiso con la Secretaría de Educación, de establecer un programa amplio y fuerte de información, y no la hubo. Hacer pensar que la Alianza es única y exclusivamente lo de las plazas, a mí se me hace patético.
CM.- La izquierda mexicana no parece apetecerle, ¿qué significan para usted políticos como Cuauhtémoc Cárdenas, como Andrés Manuel López Obrador, como Manuel Camacho…?
EEG.- Yo diría que como Cárdenas, pues soy maestra, pertenezco a una corriente cardenista y “Cárdenas” me dice un símbolo, un emblema, un algo que traigo dentro. Justicia social. Como sabemos, Calles institucionaliza y Cárdenas trae un programa social. Un hombre respetable, honorable.
CM.- ¿López Obrador?
EEG.- Es alguien que se ha perdido y va a perder su oportunidad histórica porque no podemos hoy resolver los problemas con la confrontación por la confrontación. Manuel Camacho es un hombre que conoce, buen amigo, conmigo lo ha sido, pero políticamente creo que a veces sus estados de ánimo no se lo han permitido, porque ha tenido grandes oportunidades que no ha sabido aprovechar.
CM.- ¿A quién prefiere usted en la Presidencia el próximo sexenio: a Marcelo Ebrard o a Enrique Peña Nieto? ¿Y a quién ve como probable candidato del PAN?
EEG.- La verdad es que no veo a ninguno de ellos.
CM.- ¿Y a Manlio Fabio Beltrones?
EEG.- Lo veo como… líder del Senado, haciendo su trabajo.
CM.- ¿Bien o mal?
EEG.- Pues yo creo que van a sacar esta reforma y le va bien al país.
CM.- Beatriz Paredes afirma que México está a la deriva y necesita del PRI, porque dice que sabe más que ningún otro partido qué hacer con los problemas. ¿Cómo ve hoy a su ex PRI?
EEG.- (Largo silencio) Me da pena, me quedo callada porque no me gustaría opinar. Estuve allí. Pero cuando un partido tiene voces críticas, cuando un partido, a la gente que pide que se reforme, que cambie, su respuesta es expulsar (como le sucedió a ella), y cuando ha tenido a otras personas que su biografía no corresponde a los principios del partido, pues…
CM.-¿Nadie del PRI ha tratado de “rescatarla”?
EEG.- No hay de qué rescatarme. He tenido buenas relaciones con los gobernadores, con mucha gente del partido, como personas. Pero debo ser franca, de eso se trata: me duele mucho, me va a seguir doliendo como mexicana que el electorado piense que vale más lo viejo por conocido que porque tenga una opción de país.
CM.- ¿En qué está bien y en qué no Josefina Vázquez Mota, cómo la califica?
EEG.- Yo no soy nadie para calificarla. Aspiro a que la sociedad pueda verla. En términos personales, lo que puedo decir es que es una señora preparada en su manejo de relaciones públicas, una mujer que le gusta esta actividad y que, como lo dije, firmamos la Alianza. Tengo la aspiración de que las dos estemos a la altura de los tiempos para servir a la democracia…
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