Sin acciones de política pública que garanticen la coordinación de esfuerzos a escala federal, estatal y municipal para atender las demandas de cobertura en la educación superior del país, el crecimiento de la matrícula “sólo sería inercial y sin garantizar los niveles de calidad y pertinencia demandados”, destaca el informe denominado Cobertura de la educación superior en México: 1997-1998 a 2006-2007, elaborado por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies).
Destaca que en la pasada década la matrícula escolarizada creció a un promedio interanual de 4.3 por ciento a escala nacional; sin embargo, revela que en el caso de las instituciones de educación superior particulares el promedio alcanzó 6.8 por ciento, mientras que en las universidades públicas sólo fue de 3.3 por ciento.
En los diez ciclos escolares pasados, indica el informe, el ritmo de crecimiento promedio de la matrícula escolarizada de las instituciones particulares duplicó el de la población estudiantil en las públicas, ya que en términos absolutos su matrícula pasó de 1.1 millones de alumnos en 1997 a 1.6 millones para 2006, mientras que en las privadas aumentó de 420 mil estudiantes a 758 mil 555 al final del ciclo 2006-2007.
Las metas para 2012
Al presentar un balance de la evolución y característica de la matrícula universitaria a escala nacional, el informe advierte que alcanzar la meta de elevar la cobertura a 30 por ciento para 2012 –aceptada por la presente administración– requiere un crecimiento anual de por lo menos 104 mil 748 espacios educativos, cifra que se incrementaría a 187 mil 918 lugares si el objetivo fuera alcanzar una media de cobertura nacional de por lo menos 35 por ciento, ya que actualmente no supera la atención de 24 por ciento de los jóvenes en edad de cursar su formación universitaria.
Las conclusiones del estudio revelan que las crecientes disparidades socioeconómicas entre los distintos estados del país, así como la densidad demográfica y los efectos de la migración, deberán ser tomados en cuenta en la planeación y aplicación de estrategias de gobierno orientadas a la consolidación y crecimiento de la matrícula en la educación superior.
Destaca que en la década pasada, si bien se incrementó la cobertura de la educación superior en el país, al pasar de 1.6 millones de alumnos en el ciclo escolar 1997-1998, a poco más de 2.3 millones para el curso 2006-2007, es decir, con un incremento de 745 mil 302 estudiantes, lo que representa un crecimiento global de 46 por ciento, las variaciones de la matrícula por nivel educativo mostraron disparidades.
El estudio, elaborado por especialistas de las universidades Nacional Autónoma de México y Autónoma Metropolitana, revela que la matrícula por programa de estudio tuvo variaciones importantes, como en las normales, donde el número de estudiantes inscritos se desplomó en 34.4 por ciento, al disminuir la matrícula en poco más de 71 mil alumnos entre el ciclo escolar de 1997 al de 2007.
La reducción en la matrícula de las escuelas normales en el país también se reflejó en el porcentaje total de la cobertura universitaria que corresponde a estudiantes normalistas, la cual se redujo de 12.7 por ciento para el ciclo 1997-1998 a 5.7 por ciento para el curso 2006-2007.
En contraste, se incrementó en 274.8 por ciento la tasa de cobertura en programas de técnico superior universitario, que pasaron en una década de 21 mil 392 alumnos, a poco más de 80 mil, es decir, aumentó 58 mil 784 estudiantes; sin embargo, el informe destaca que pese al crecimiento constante de la cobertura, “no ha podido alcanzar más de 50 por ciento de su capacidad como nivel educativo, desde su creación en 1990”.
Respecto a las tasas de variación en la licenciatura universitaria y tecnológica, el crecimiento durante el periodo estudiado fue de 54.4 por ciento, al pasar de 1.3 millones de alumnos a 2.1 millones, lo que representa el mayor crecimiento relativo durante la pasada década.
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