Por lo anterior, la Secretaría de Salud de nuestro estado elaborará un diagnóstico actual de nutrición, de todos los niños guanajuatenses, a efecto de implementar estrategias y programas que ayuden al adecuado desarrollo de los niños. Dicha dependencia realizará, en breve, las tareas de registro del peso y talla de todos los alumnos, acudiendo directamente a los planteles, previa capacitación de los padres de familia que quieran coadyuvar con esta actividad, pues la salud es responsabilidad de los padres y de las autoridades. Afortunadamente el magisterio de educación básica ya cuenta con estos datos registrados en la matrícula del presente ciclo escolar, lo que le ahorrará a la Secretaría de Salud tiempo y dinero.
La obesidad se da no sólo por los malos hábitos alimenticios adquiridos en el hogar y la falta de interés educativo, o más bien por el interés económico de los administradores de las cooperativas escolares -ahora convertidas en tiendas escolares- para ofrecer alimentos nutritivos, sino porque no hay activación física, ni se practica algún deporte. Las estadísticas de la Organización Panamericana de la Salud nos dicen que solo 3% de la población infantil realiza ejercicios y 4 de cada 10 jóvenes no practica ninguna actividad física. En consecuencia los escolares de hoy están propensos a adquirir más fácilmente algunas enfermedades como diabetes, hipertensión arterial, cáncer y cardiopatía.
La alimentación contribuye a la salud y, ambas son factores importantes en el desempeño académico de niños y jóvenes. A principios del siglo pasado uno de los obstáculos más fuertes para que se avanzara en materia educativa era la mala alimentación de los mexicanos, hoy es lo que denominamos, "alimento chatarra". Además todos sabemos que la alimentación es fundamental en los primeros 5 años de vida. El grado de nutrición que se logre en ese período será definitivo para el desarrollo. Si un niño es alimentado bien durante ese lapso, se irá desarrollando adecuadamente tanto en lo físico como en lo mental y podrá recuperarse de enfermedades y hasta de épocas de mala alimentación. En cambio, si no recibió una alimentación apropiada de poco servirá que se trate de nutrir mejor. Por esta razón los niños más pequeños son quienes deben tener prioridad cuando la comida escasea. Por ejemplo, si en casa hay poca leche, la deben tomar los hijos menores con el fin de que sus tejidos cuenten con proteínas para desarrollarse.
Ante los problemas de obesidad y desnutrición esperaría de los padres de familia que planearan lo mejor posible su presupuesto pues no siempre la alimentación deficiente está asociada a falta de recursos económicos. Tratándose del exceso de kilogramos en el cuerpo, perder varios kilos es necesario y saludable, por eso escribo que a veces, perder es bueno
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