Lean y decidan, el estar informados es un arma poderosa.
Entre las noticias que se generaron en materia educativa dirigidas a la sociedad durante todo el año pasado destaca, según mi apreciación, la firma de la Alianza por la Calidad de la Educación entre la Secretaría de Educación Pública y el Sindicato Nacional de la Educación el 15 de mayo, porque impactó al magisterio y levantó una polémica que aún no termina. A nivel estatal el documento se formalizó el 18 de julio entre la presidenta nacional del SNTE, maestra Elba Esther Gordillo Morales, el gobernador del estado, licenciado Juan Manuel Oliva, y los profesores Marco Antonio Miranda y Ángel Macías Jasso, secretarios generales de las secciones 13 y 45 respectivamente.
El segundo eje rector de la Alianza –de los cinco que comprende- promueve la calidad y el mejor desempeño del personal docente. El ingreso y promoción de plazas docentes y directivas se hará –ya inició- con la celebración de concursos de oposición. Para asegurar la efectividad de esas pruebas, se convocarán y dictaminarán por un organismo independiente. Asimismo la certificación de competencias profesionales de los docentes en servicio estará a cargo de un organismo no vinculado al sindicato. Además, se está trabajando para reformar los lineamientos de Carrera Magisterial eliminando la antigüedad como factor que determina los resultados de la evaluación de los docentes.
También se está elaborando un Programa de Estímulos a la Calidad Docente, cuyos beneficios se harán llegar a través de un bono anual, en función de los incrementos que los maestros logren en los resultados académicos de los alumnos por lo que se evitará que el acceso a dichos incentivos dependa de variables subjetivas como las opiniones de los compañeros o los superiores inmediatos de los maestros.
Al interior de la SEP, está agarrando fuerza una corriente para que, en sentido contrario, los maestros que no cumplan con niveles de excelencia en la impartición de sus clases o que no consigan los resultados esperados con sus alumnos, serán enviados en "castigo" a las escuelas de comunidades indígenas y pobres del país. La secretaria de Educación Pública Josefina Vázquez Mota a fines del año pasado manifestó su preocupación y el interés del gobierno para ofrecer a los más desprotegidos, una oportunidad para superar la miseria y garantizarles su acceso justo y equitativo a la educación pero este no es el camino.
Hace no mucho tiempo se acordó que esas escuelas deberían ser atendidas por los mejores maestros, otorgándoles una compensación económica, como así fue, en algunos casos pero asignarles esos lugares como castigo me parece absurdo por varias razones.
1. El profesor es un elemento importante en el proceso enseñanza aprendizaje, pero el aprovechamiento no depende exclusivamente de él.
2. Necesitarían los docentes dominar la, o las lenguas de los indígenas para poder atenderlos.
3. Se violarían los derechos laborales de los docentes al cambiarlos de adscripción
4. Sobre todo, ¿qué culpa tienen los alumnos?.
Yo me inclinaría por la sensibilización y el convencimiento. Afortunadamente los maestros aman su profesión pero necesitan capacitación, materiales para cumplir su función y respeto.
Con la participación de especialistas de México, Gran Bretaña, Suecia, Chile y Estados Unidos a mediados de diciembre se realizó una Conferencia Conjunta titulada "Mejorando la Calidad de la Educación". Ahí se debatieron temas relacionados con la calidad docente, el liderazgo de los directivos y los sistemas de estímulos contemplados en la Alianza por la Calidad de la Educación. Mi pregunta es ¿por qué se analizó en diciembre y no antes de la firma de la Alianza en mayo, para así poder mejorarla? ¿Será porque nos gusta complicarnos las cosas?
Vaya, ahí hay mucho material para discutir, pero lo mas importante, para reflexionar y hacer conciencia
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